Estimados amigos y amigas,
Aprovecho estas líneas para saludarte y darte la bienvenida a la página web de Cruz Roja en Bizkaia. Esta web trata de ser una ventana para mostrar la labor que realizamos más de 6.000 personas voluntarias en nuestro territorio con la ayuda de alrededor de 25.000 personas socias que de manera conjunta ayudan a construir un mundo mejor y menos desigual, abordando problemas como el cambio climático, la violencia contra las mujeres, la soledad de las personas, la atención a personas migrantes, el trabajo con colectivos vulnerables o la respuesta inmediata a situaciones de emergencias. Todo ello, con un equipo preparado para dar respuestas las 24 horas del día y con una presencia territorial dividida en 11 asambleas Locales y Comarcales.
Te invito, tal y como dice nuestro lema, a estar ‘cada vez más cerca de las personas’ y que te animes a navegar con nosotros y nosotras en un espacio de solidaridad, compromiso que pretende ser un recurso para transformar la sociedad y ser un reivindicación del poder de la humanidad. Si tu visita tenía como fin colaborar con Cruz Roja simplemente te animo a que vivas la experiencia más completa y transformadora que yo he podido vivir; espero que pueda enriquecerte tanto como a mi.
Josu Perón Goitia
Delegado Especial en el Comité Provincial de Bizkaia con las funciones atribuidas a Presidente.

EUSKALIT – GESTIÓN AVANZADA
Cruz Roja establece como valores la cónducta ética, la legalidad, la lealtad y buena fe, el compromiso y la participación, la motivación y el fomento del voluntariado, la cooperación y solidaridad, la abstención en caso de conflicto de intereses, la transparencia e integridad de la información, la confidencialidad, la prohibición de competencia desleal y la prevención de riesgos laborales.
LA MISIÓN
“Estar cada vez más cerca de las personas vulnerables en los ámbitos nacional e internacional a través de acciones de carácter preventivo, asistencial, rehabilitador y de desarrollo, realizadas esencialmente por voluntariado”.
LA VISIÓN
“Cruz Roja, como organización humanitaria y de acción voluntaria arraigada en la sociedad, dará respuestas integrales desde una perspectiva de desarrollo a las víctimas de desastres y emergencias, a problemas sociales, de salud y medioambientales”.

La Cruz Roja vio la luz por iniciativa de un hombre llamado Henry Dunant, quien socorrió a los soldados heridos en la batalla de Solferino, el año 1859, y luego hizo continuas gestiones ante los líderes políticos para que tomasen más medidas de protección en favor de las víctimas de la guerra. Sus dos ideas principales eran la formulación de un tratado por el cual se obligase a los ejércitos a prestar asistencia a todos los soldados heridos y la fundación de Sociedades Nacionales que ayudasen a los servicios sanitarios de los ejércitos.
Dunant plasmó estas ideas en Recuerdo de Solferino, un libro con el cual hizo campaña, publicado en 1862. La Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública, sociedad de beneficencia de su natal Ginebra, las hizo suyas y formó un grupo de trabajo (que era el CICR en gestación), cuyo secretario era Dunant. Este grupo se reunió por primera vez en febrero de 1863.
Asimismo, la Conferencia convino en adoptar un emblema uniforme para identificar al personal sanitario en el campo de batalla: una cruz roja sobre fondo blanco. (El emblema de la media luna roja fue adoptado por el Imperio (Turco) Otomano en el decenio de 1870).
En agosto de 1864, los delegados de unos doce países aprobaron el primer Convenio de Ginebra, por el cual se formuló el marco jurídico de las decisiones de la Conferencia y se dispuso la obligación para los ejércitos de prestar asistencia a todos los soldados heridos, cualquiera que sea su bando.
Estos acontecimientos revistieron al CICR como cuna del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja –que hoy integran el CICR, las Sociedades Nacionales y su Federación Internacional– así como del derecho internacional humanitario actual: los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, y sus tres Protocolos adicionales, de 1977 y 2006.
Al comienzo, la labor del CICR era alentar la fundación de Sociedades Nacionales, de las cuales la primera se instituyó en el estado alemán de Württemberg, el mes de noviembre de 1863, así como canalizar las comunicaciones entre las mismas. El CICR realizó su primera actividad operacional sobre el terreno en 1864, durante la guerra entre Alemania y Dinamarca y consistió en enviar delegados a trabajar a ambos lados de la línea del frente. Fue éste el preludio anunciador de la puesta en marcha del cometido operacional del CICR como intermediario neutral entre los beligerantes.
Las ideas de Dunant tuvieron buena acogida entre los líderes y los benefactores, así como los grupos de asistencia social y el público en general. Los años siguientes se establecieron Sociedades Nacionales en toda Europa. Se adaptó luego el Convenio de Ginebra para incorporar la protección de los heridos, los enfermos y los náufragos en la guerra marítima, y los Gobiernos aprobaron legislación adicional, como las Convenciones de La Haya, a fin de prestar protección a las víctimas de la guerra.
Paralelamente, el CICR amplió el ámbito de su labor, emprendiendo nuevas actividades, como las visitas a los prisioneros de guerra y la transmisión de listas de nombres, a fin de sosegar la preocupación de los familiares de éstos.
En las postrimerías del siglo XIX, Henry Dunant, cuya visión sirvió de acicate para comenzar todo el proceso, vivía anónimamente, en un poblado de las montañas helvéticas, pues los fracasos de sus negocios lo obligaron a retirarse de Ginebra y de la dinámica labor que desempeñaba en la Cruz Roja. Mas en 1901, fue el primer galardonado con el Nobel de la Paz, junto con el pacifista francés Frédéric Passy.
Dunant falleció el año 1910 y, para ese entonces, ya se habían arraigado la Cruz Roja y los Convenios de Ginebra en Europa, en América, en Asia y en África. Tanto la primera como los segundos fueron sometidos a dura prueba durante la Primera Guerra Mundial.
Fuente: http://www.icrc.org/spa/